16 de diciembre de 2016

Experiencia en Austria (noviembre-diciembre 2016)

Frío, mucho frío en una Viena sin nieve pero no exenta de temperaturas bajísimas que incluso alguna mañana provocaron heladas. Y por suerte, calor, más que el suficiente en el espacio de trabajo donde durante más de dos semanas he podido tratar a tanta y tanta gente. Y son ellos y ellas quienes me han transmitido el mayor calor, en tan gélida ciudad.

He tenido la oportunidad de tratar alrededor de 40 personas, y un mayor número de tratamientos del que ya ni he podido llevar la cuenta. Es una suerte el hecho de que allí la Kinesiología es bastante conocida y practicada. Y es una suerte también que la terapia de sonido no lo sea prácticamente, lo que hace a los cuencos tibetanos tan especiales.

Dependiendo de las necesidades de cada persona he realizado tratamientos de Kinesiología y Terapia de Sonido a personas principalmente claro, de Austria. Aunque también han pasado por consulta gente de Hungría, Serbia, Alemania o incluso españoles. El resultado ha sido siempre satisfactorio para las dos partes, yo también crezco cada vez que visito este lugar para trabajar; y el haber tenido una agenda tan apretada y tanta gente durante estos relativamente pocos días dice mucho del impacto terapéutico que reciben.

Antes de haber salido del país, ya tenía billete de vuelta: hemos agendado volver durante la segunda quincena del próximo mes de marzo. Será la cuarta ocasión en que estaré en Austria trabajando con la misma gente, más las caras nuevas que siempre aparecen.

Mis días en Viena han transcurrido principalmente trabajando. Solamente tuve tiempo de pasear una mañana en la primera semana, y la última tarde que estuve en el país. Los sábados volví a trabajar con mis Cuencos Tibetanos con enfermos de cáncer, en un Centro especial. Algun@s a quienes estuve tratando en febrero pasado no están ya entre nosotros, pero recuerdo con una sonrisa la suya. Los domingos los pasé, como siempre allí, con el Doctor E. Blab, toda una eminencia en lo terapéutico por lo especial de sus métodos, y con quien me encanta hablar y hablar y hablar de Terapia. Le agradezco que el domingo lo dedique entero para nosotros. Siempre realizamos intercambio: mis tratamientos para él, y los suyos para mi. Toda una experiencia...

Pude realizar un concierto de Cuencos Tibetanos dentro de lo que es una sesión de Meditación de discípulos de Sri Chinmoy, medio centenar de personas que se reúnen semanalmente y que tuvieron la amabilidad de invitarme a ambientar su meditación guiada, y después una sesión de sonido grupal. Es interesante la sensación de darle sonido a una meditación guiada en la que, en alemán, sin entender nada, hay un lenguaje profundo más allá de las palabras. Después de la experiencia el feedback fue conmovedor. Además varias de esas personas pidieron cita para sesión de Kinesiología o Terapia de Sonido y pudieron conocer mejor mi trabajo.

Entre quienes he visto en consulta hay muchos artistas, incluso el que fuese director de la Ópera de Viena, terapeutas, psico-terapeutas, profesores de Yoga... Para mi toda una experiencia de nuevo. Gracias Viena, danke Wien.


Este Sol ilumina día y noche el espacio donde trabajo


Todas las noches dormí con un Cuenco Tibetano (junto a la cama, no en ella....)

Excelente respuesta del doble CD "Tierra" y "7 Chakras". Quienes ya lo adquirieron en febrero pasado me ofrecen buenas críticas, y a muchos les sirve para dormir, o incluso equilibrar sus Chakras.


Esto es lo que tenía a los dos días de llegar. Todo regalos. No puedo poner en una sola fotografía todo lo que me regalaron que fue mucho y con mucho corazón.

El Sr. Buda por las calles de Viena

Sólo un ejemplo de los detalles aquitectónicos vieneses.


Sólo una mañana pude perderme por la ciudad, sin mapa, para acabar en Spittelau; donde se ve esta chimenea de Friedensreich Hundertwasser. Es una planta de reciclaje de basuras.





;-( Me alegré de verlo, pero me entristeció saber que no iba a poder asistir...

Si vais a Viena, no os podéis perder ir al mejor restaurante de la ciudad: el Heidenkummer, en el distrito 1080, en Breitenfelder Gasse. Ya os hablé de él en una anterior visita a Viena. Hay amplia opción para vegetarianos, pero también carne y pescado. Sólo os puedo hablar de lo vegetariano, y es especialmente bueno...


De pasada por la Embajada de Cuba ví la bandera a media hasta, y este mensaje en memoria de Fidel.

Una pintura enorme, en un edificio. Interesante.

De lo que se entera uno estando allí. Conocen bien España, por la corrupción política... ahora por la del fútbol también...


Regalé esta dos joyas a dos personas que me quieren y me cuidan mucho. Han sido dos lecturas importantes en mi camino. Espero les sirva también. Son el Dhammapada y el Yogasutra de Patanjali.

Este cuenco, de 7 kilogramos y casi medio metro de diámetro viajó a Viena porque un amigo me lo encargó en el último pedido que he realizado a Nepal
;-)

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