En la noche de ayer 12 de marzo tuve el gran placer de compartir espacio y escenario con Manish Shrestha, un músico nepalí a quien conozco personalmente pero con quien nunca había hecho Sonido. En Madrid, en Yoganahat Centro de Yoga, nos reunimos para llenar el aforo y disfrutar de una sesión conjunta que hizo las delicias de asistentes y organizadores. A nosotros dos como músicos y algo más, también nos llenó de manera especial.
Tan fuerte fue la experiencia que algunos asistentes nos dijeron al acabar no tener palabras para definirlo. El sonido envolvente del Sarod, esa guitarra prima-hermana del Sitar, mezclado con los mejores Cuencos Tibetanos creó una atmósfera envolvente difícil de explicar.
Hubo gente que al acabar el concierto ya tenía ganas de saber una próxima fecha. Y la habrá, con seguridad. Merece la pena... Gracias Madrid, Gracias Universo...
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