Aunque la ruta y el itinerario del segundo de los
grupos de esta edición del #NepalExperience2018 fue la misma que
para el primero, con éste había aprendido a moverme mejor y a
mejorar ciertos aspectos.
Este grupo lo componían 10 personas de Madrid, Barcelona, Valencia y Canarias. Un grupo de edad más homogénea, una media de unos 40, gente con muchas ganas. Muchas ganas de descubrir, de descubrirse, de aprender, vivir, y practicar Meditación y Yoga, una parte importante del Viaje.
No en vano había tres profesores de Yoga: Toni de Terrasa, Olga de Madrid y Cristina de Valencia. Además de ello, Yoguis, personas que practican meditación y también quienes no.
Este grupo
empezó la primera de las mañanas, tras la meditación y desayuno
diarios, con una "Pooja". Una Pooja es un
ritual budista en el que un monje invoca ciertas energías. En este
caso quise que Nima Sangmo, monja de un monasterio budista de
Katmandú, realizase una para todo el grupo en aras de nuestra
Protección y Seguridad durante las dos siguientes semanas que nos
esperaban. Fue un proceso interesante: después de escribir todos
nuestros nombres en tibetano sobre una enorme bandera de oración de
2 metros, encendió incienso y velas para entonar unos mantras y
oraciones, y durante una ceremonia de más de una hora nos cautivó
con su quehacer. Después entre tod@s colgamos en lo alto de la
terraza la bandera; y Nima realizó otra Pooja, breve, de Tara
Verde. Sinceramente, pudimos notar su trabajo durante el ritual y
durante las dos semanas siguientes...
Este segundo grupo era muy atrevido y valiente. La primera actividad en la mañana se inicia a las 7h; pero ya a las 6h uno u otro profe de Yoga subía a la terraza para ofrecer una clase previa a la de Sudan Bhetuwal, el que considero el mejor profesor de Yoga de todo Nepal. Sudan es campeón de diversos certámenes de Yoga a nivel internacional y también en el ámbito nepalí. Por eso le quería a él, y acerté: no dejó indiferente a nadie, y convenció a tod@s.
Como dije al inicio de este escrito, el itinerario y programa fue el mismo que recorrió el anterior grupo del #NepalExperience2018. Algunas vivencias fueron distintas, como la celebración de Indra Yatra, el 24 de septiembre, que permitió al grupo disfrutar de un día especial en Katmandú y la única oportunidad de ver a la Kumari. La Kumari es para hindúes y budistas una deidad viviente. Una vez al año, en Indra Yatra, sale a la calle y el grupo pudo verla de cerca. Y al día siguiente pudimos todavía tener una experiencia más fuerte, en la vecina Patan, donde la Kumari sita en su pequeño palacio nos puso uno a uno con su propia mano la "tika" (la marca circular en la frente, entre los ojos, en el Tercer Ojo). Fue muy especial.
La noche de Indra Yatra, con luna llena, realicé el primero de mis conciertos de Cuencos Tibetanos en Katmandú. Un concierto especial donde los haya, vinieron mi grupo, mi familia nepalí, y algún amigo más. Lo hice bajo la luz de la luna, al aire libre, únicamente con Cuencos Full Moon.
Los Cuencos Tibetanos tienen un gran protagonismo en el #NepalExperience2018. Además del Concierto en sí, mi grupo aprende sobre el uso y manejo de los mismos con mis clases, visitamos la mejor fábrica del mundo de cuencos, y recibimos una Master Class del principal de mis Maestros de Sonido: el considerado número uno del mundo en el manejo de los mismos: Santa R. Sakya.
Después de visitar los más importantes puntos de interés en Katmandú nos movemos a Lumbini, lugar de nacimiento del Buda hace más de 2.500 años. Allí visitamos el exacto lugar de Buda, y muchos templos budistas: India, Laos, Myanmar, Tailandia, China, Corea, Tíbet y muchos más, algunos de la mano de Lama Sonam, del Geden International Austria-Europe Temple, el monasterio budista donde hacíamos noche (viendo luciérnagas voladoras, todo un espectáculo).
Una parte importante allí es visitar el Mayadevi Temple y nuestra ofrenda de incienso y velas en el árbol de Lumbini, que a su vez rodeamos (su enorme tronco) con una larguísima tira de banderas de oración tibetanas.
En Pokhara visitamos de nuevo lugares de interés, como el Pema T'Sal Monastery, de la Orden Sakya, un templo Budista especial. Nos atendió Nawal, un monje muy amable que nos explicó en detalle todo lo que quisimos y más... porque llegó un momento en el que tuvimos que decirle que teníamos ya hambre 😁 Un sol de persona. Además nos regaló un escrito sobre "Los 9 estadios de la Meditación", con el templo, el monje, el elefante, el mono, y el Camino ascendente, junto al río y el arco iris... a algun@s os suena mucho.
También en Pokhara visitamos el Monasterio Budista Jangchub Choeling Gompa. Allí vive mi querido amigo Dorje, un monje al que admiro y conozco desde mi primera visita a Nepal en 2010. Como siempre que voy, y ahora en especial con mi grupo, nos encontramos y nos enseña en detalle todo el templo, las pinturas y estatuas budistas, su significado, responde a todas las preguntas de mi gente, y nos da un pequeño paseo alrededor del monasterio para hablar y hacer unas fotos muy guapas...
Al igual que en la anterior visita, le llevamos multitud de lapiceros y bolígrafos y material escolar para los pequeños monjes que allí aprenden desde edad muy temprana.
Y también en Pokhara visitamos la Peace Pagoda Stupa, una construcción en lo alto de una montaña que domina una vista singular de la ciudad, sus alrededores y el lago Fewa.
Fue un grupo muy interesante, con quien cada día era una celebración. Incluso un día compré una tarta para celebrar nuestro "Feliz no Cumpleaños", ya que nadie cumplía años, pero tod@s queríamos celebrar con alegría un día más.
Hay mucho más que vieron y vivieron, pero no me da para hablar de todo...
Han sido dos semanas muy especiales; un grupo definido por varias cosas, aunque una palabra creo que sobresale: Entusiasmo.
Me han dado lecciones vitales. Son ejemplos a seguir en tenacidad, paciencia, saber lidiar con dificultades, saber exprimir alegría hasta a un atasco en medio del país, o 13 horas de viaje... Y más.
Al irse a casa escuché de nuevo, como ya lo hiciera de tres personas del primero de los grupos, las mágicas palabras: "Óscar, ha sido el mejor viaje de mi vida". Eso, más cientos de recuerdos fugaces de estas dos semanas, en el momento que nos despedíamos me hizo bajar las defensas. Y cual mocoso no pude sino llorar; algo delante de ell@s, y mucho cuando ya estaba sólo.
Como de costumbre, dos vasos de agua junto a la salida de la casa, un símbolo que siempre ha hecho mi familia nepalí conmigo, y que también hacemos con cada grupo: es una tradición nepalí para desear un buen regreso a casa. Y el regreso también fue bueno...
Gracias Nepal, gracias familia nepalí, gracias grupo, gracias Universo...
Nuestro súper chófer, Romesh, nos acompañó en las dos ediciones de este Nepal Experience 2018 |
Esta foto pertenece a la visita a la fábrica de Cuencos Tibetanos. |
Este símbolo (esvástica protectora) lo dibuja Sarita, una de mis hermanas nepalís, cada mañana a la entrada de la casa. |
Hay más. Hay más fotos, más experiencias que contar, que recordar, que escribir... pero necesitaría un libro, no una entrada del Blog...
Lo mejor es la Experiencia que se llevan tod@s a casa.
Y la que se llevará el siguiente grupo en marzo de 2019:
#NepalExperience2019 ya tiene fechas: del 2 al 16 de marzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario